Imaginaos un controlador aéreo en una torre de control de un aeropuerto, que debe guiar a los aviones de su pista en el despegue y ponerlos en el aire de forma adecuada y segura para que comiencen su trayecto hasta su destino final. Ahora imaginaos que cada avión es diferente, con unos parámetros y características diferentes, que se comporta de una manera difícil de predecir. Imaginaos también que se tienen datos acerca de las condiciones meteorológicas, pero cada avión se comporta de manera diferente ante estas condiciones. Este controlador cuenta para su misión solamente con sus herramientas técnicas y su experiencia, y debe de hacerlo en un lapso de tiempo muy breve. Parece una tarea muy compleja, parece casi imposible ¿Verdad?
A una tarea con características similares se enfrentan los orientadores y orientadoras educativos de los Equipos de Orientación Educativa de nuestra provincia en las próximas semanas. Hoy comienza un periodo que abarca desde el 13 de febrero hasta el 23 de marzo, en el que estos profesionales deben realizar la evaluación psicopedagógica de 305 futuros alumnos y alumnas de 2º ciclo de Educación Infantil que presentan algún indicio de necesitar alguna medida o recurso especifico educativo. Estas evaluaciones se realizan en este momento para mejorar la información, el acompañamiento y asesoramiento a las familias. Muchas de estas familias se encuentran en momentos de ajuste y aceptación de las diferentes situaciones en las que se encuentran sus hijos e hijas, así que los orientadores cumplen una función esencial en la primera toma de contacto con el ámbito y recursos educativos que se pondrán a disposición de sus hijos en el curso siguiente. Además esta labor es esencial para que la administración pueda planificar y optimizar los recursos personales y materiales que se necesitan en los centros para el próximo curso.
Esta práctica orientadora cobra mayor dificultad, ya que que debe realizarse en un corto período de tiempo y con pocas oportunidades para la obtención de información relevante del alumnado. La situación se complica porque se realiza paralelamente a las funciones que desarrollan en los centros educativos de referencia, la participación en las comisiones de escolarización, los equipos de tránsito y las comisiones de elección de direcciones, en las que deben participar y suceden en el mismo periodo.
La recogida de información a través de observaciones, entrevistas o aplicación de escalas, se realizan en las sedes de los equipos, las escuelas de educación infantil o los centros de atención infantil y temprana.
Se les pide a estos profesionales que tengan la capacidad de predecir cómo será el proceso de adaptación de cada niño y niña a las condiciones que se presentarán en sus futuros contextos escolares a 7 meses vista, en edades tan tempranas donde la evolución en el desarrollo es diaria.
Por todo ello reconocemos la labor de estos profesionales en este periodo tan complejo y difícil. Agradecemos el esfuerzo y la capacidad técnica para cada toma de decisión. Y pedimos la colaboración de toda la comunidad educativa, direcciones de los centros, profesorado y familias para facilitar esta tarea tan complicada y apasionante a la vez.
Tranquilidad….vamos a poner 305 aviones en el aire!
Muchas gracias por el colchón de comprensión que situáis a nuestra espalda y ojalá sirvamos de ayuda para que todos esos niños y niñas puedan realizar su mejor vuelo.
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